RECORTES DE PRENSA:
OTROS MEDIOS:
Radio Círculo de Bellas Artes, 16/10/2006
El autor entrevistado por Antonio Jiménez Morato, para el programa Vivir del Cuento, en la Radio Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Revista Avión de Papel, mayo de 2006
Por David González Torres.
PREGUNTA: ¿Cuáles son las influencias literarias de Muñoz-Rengel? En el relato El Ojo, la Perla, las Esferas, de tu libro 88 MILL LANE, resuenan ecos de Jorge Luis Borges, esa manera de utilizar un género literario concreto como trama (en tu cuento es el género fantástico), para incrustar un mensaje filosófico en los últimos párrafos, como ocurre en El Aleph o en El jardín de senderos que se bifurcan.
RESPUESTA: Yo era borgesiano antes de conocer a Borges. O, por decirlo a su manera, acaso yo también sea Borges, y el que haya nacido en esta época y lugar no sea más que una casualidad. Creo que esta sensación la hemos tenido todos los que hemos leído a Borges y nos hemos identificado con él, y ahí radica su universalidad.
Este relato, en efecto, es un deliberado homenaje a Borges, con guiños claros, con frases concretas que imitan su forma de hablar, como “el entero universo”. No obstante, en el resto de mi obra me intento alejar de Borges, si bien, como sabes, mi formación es filosófica, y un rasgo sustancial de lo que escribo es que mis historias se construyen sobre ideas, las cuales, a pesar de la trama y la vida de los personajes, son siempre la esencia latente del relato. O mejor dicho: aunque haya un pequeño Borges de fondo, mi lenguaje se aleja de lo compacto y de lo erudito, y mis tramas tienden a diluir las ideas en formas más fluidas.
Quiero pensar que he diluido a Borges con otras influencias, como las de Cortázar, Melville, Chejov o Kafka entre los clásicos, y Bradbury, Leonard Michaels, Coraghessan Boyle, Bolaño o Monzó, entre los más actuales.
PREGUNTA: Tu cuento también está cargado de referencias filosóficas o metafísicas: el universo es un laberinto infinitesimal / (un universo) una forma puede contener otra, millones de veces mayor…
RESPUESTA: Sí, todas esas referencias están en La Perla…, lo que no quiere decir que yo crea en ellas como verdades filosóficas. También hay otras referencias presentes, como el relativismo (perceptivo, científico, moral), o la posibilidad de que todo sea distinto, de que seamos de una forma distinta o seamos los otros.
P: Al igual que Borges utiliza los objetos mágicos (un puñal, el manuscrito perdido, etc.), tú te decantas por una perla (objeto), pero avanzas con otro giro argumental: el ojo de un hombre (sujeto). ¿Es esta metáfora la esencia de tu relato: un hombre se suicida porque no puede soportar su mundo, su universo interior del que se siente responsable –una idea que rompe con los pilares del Humanismo-?
No sólo Borges, todos los cuentistas clásicos han utilizado siempre pequeños objetos para tejer sus relatos en torno a ellos. El relato corto necesita de pequeñas cosas para construirse de una forma definida: el álbum, el beso, el camaleón, la máscara, son por ejemplo algunos títulos de Chejov. En mi historia, me pareció interesante que el objeto pudiera ser una parte de uno de los protagonistas, una parte del cuerpo como nexo de unión entre el mundo exterior y el interior. De esta forma, se pueden alumbrar otros aspectos, como el perspectivismo y la limitación del conocimiento humano, o como el peso moral de cada uno de nuestros actos en una realidad en la que cada minúsculo movimiento tuviera un sentido.
P: ¿Por qué ese final tan abierto y sobrecogedor, donde el propio personaje narrador también se siente como si formara parte de otro minúsculo universo?
R: El giro del final del relato tiene un poco la misma intención que tuviera Jonathan Swift en Los viajes de Gulliver: no sólo podemos ser grandes, también pequeños, nuestros actos y nuestro mundo pueden ser a la vez trascendentales o nimios según desde qué perspectiva se miren. Ésa quizá sea la conclusión: como seres conscientes, tenemos que soportar a la vez nuestra absoluta importancia y nuestra absoluta levedad.
P: ¿Por qué no aparece la palabra esfera dentro del cuerpo del texto y sí en el título? ¿Es por esa sentencia borgesiana de que en toda adivinanza hay que omitir la respuesta?
R: No estaba pensando en Borges cuando le puse nombre al cuento. He sentido siempre predilección por esos títulos que te dicen una cosa antes de la lectura del texto, y otra después de haberlo leído. Sin conocer el relato, un título así puede significar cualquier cosa, sugiere, despista, queda abierto. Una vez leído el relato, si vuelves a reparar en el título te das cuenta de que no sólo un ojo o una perla podrían contener un universo, sino cualquier otra cosa más grande o más pequeña. Generalizo a «esferas» porque son símbolo de la perfección, de los planetas, y porque nuestro mundo –natural y artificial– está lleno de ellas.
P: ¿Cómo nació el argumento de La Perla, el Ojo, las Esferas?
R: No sabría precisar el momento justo en el que surge cada uno mis relatos, pero en este caso lo recuerdo con claridad. Estaba en una estación de Metro descubierta de una parte de Londres, que apenas conocía. Atravesaba la ciudad y me encontraba muy cansado.
Por deformación, no puedo evitar observar obsesivamente a la gente con la que me cruzo, y de repente, cuando un leve mareo me estaba venciendo, y la luz daba a la estación un aire anacrónico, reparé en un hombre enorme, de pelo blanco y grasiento, probablemente un homeless o un borracho (o ambas cosas), deslizándose entre mi cuerpo y la zanja del tren.
Cuando se volvió hacia mí puede ver, a escasos centímetros de distancia, que la pupila de uno de los ojos de aquel hombre estaba velada por una turbia membrana de un color celeste desvaído. Entonces sentí que aquel ojo pedía un relato.
Ése fue el instante en el que surgió La Perla, el Ojo, las Esferas, aunque el resto de las ideas que le dan forma al relato ya llevaban tiempo en mi mente.
: Entremos en conceptos formales del relato. Como todo cuento fantástico, se debe apoyar en la verosimilitud como mezcolanza entre lo insólito y lo cotidiano. ¿Cómo consigues, creativamente hablando, que el relato sea creíble? ¿Optaste, por este motivo, por esa primera persona y por esos diálogos en los que los personajes relatan sus historias para que lleguen mejor al lector: que sean los personajes los que narren –como si se tratara de una narración oral- y no un narrador omnisciente puro?
R: El recurso de la voz narrativa en primera persona es fundamental para hacer creíble la historia que se va a contar, especialmente si es fantástica. Si se nos presenta un narrador normal, con sus dudas y sus problemas, con su vida corriente como cualquiera de nosotros, y se consigue que creamos en él, luego se convertirá en un testigo fiable de todo lo que le ocurra. Casi siempre que voy a acometer una historia en la que hay algún componente que roza lo extraordinario considero como opción más sólida, aunque no exclusiva, contarla en primera persona. Lo que sí es cierto es que el narrador omnisciente es algo que me da un cierto repelús, casi estético.
Quizá sea una manía, pero un narrador omnisciente me parece una impostura poco sutil, y hacer llamadas a, por ejemplo, ideas filosóficas desde la visión de ese narrador se me antoja trivial y fastidioso (se presta a caer en el monólogo y en la mera exposición de opiniones personales; las grandes ideas se deben mostrar como consecuencias de la trama, del acontecer de la historia y de la vida «real» de los personajes).
Por otro lado, hay otros elementos a tener en cuenta para disfrazar de verosimilitud una historia: el lenguaje no debe sacar al lector del contexto, no debe distraerlo con irregularidades ni manierismos; y los personajes que nos conducen por los hechos deben ser naturales, creíbles, ensamblados (como cuando montamos un collage) con pedazos de las personas que conocemos, y deben dar la sensación de venir de un sitio y de ir a otro, de estar allí antes de la historia, de tener vida propia independiente de la historia.
P: Háblanos de tu libro 88 MILL LANE. ¿Qué tienen en común esta colección de relatos? ¿Por qué Londres como escenario argumental? ¿Por ser ésta una metrópoli laberíntica, llena de pequeñas miniciudades concéntricas?
R: Las diez historias de 88 MILL LANE tienen mucho en común. Todas fueron escritas o concebidas en Londres y transcurren allí, pero no son todos mis relatos de Londres: de todos ellos, seleccioné sólo los que guardaban mayor afinidad en su estilo y en sus inquietudes, casi siempre de tendencia fantástica y de curiosidad metafísica.
En el prólogo del libro, Pablo De Santis sostiene que elegí Londres porque una ciudad extraña me permitía mejor imaginar en ella mis criaturas y sucesos imposibles. Yo no era consciente, pero cuanto más lo pienso más creo que tenía toda la razón. Además, hay otros motivos que la hacían la ciudad ideal para este conjunto de relatos.
Londres, como gran megalópolis, tiene muchas caras, y eso me permitió escoger de todas ellas las que más me interesaban: la victoriana cargada de gentlemen refinados, selectos clubes, morbo y misterio de Stevenson; la de aventura intelectual –a la vez que jocosa– de Chesterton; la de arquitecturas favorables al terror psicológico de Henry James; la policíaca, la neblinosa, la moderna y la cosmopolita. Me parecía de lo más sugerente combinar esa atmósfera del XIX que se desprende de sus mansiones y de toda la literatura anglosajona, con los nuevos elementos que la convierten en una de las ciudades más modernas, diversas y convulsas de Europa.
Nada más unir estas dos visiones en mi mente, las ideas más extravagantes comenzaban a desperezarse desde algún rincón oscuro de mi cerebro, y me abordaban sin miramientos allá donde estuviera. El resultado es un libro escrito desde el placer más lúdico, y que tiene por toda pretensión despertar las mismas sensaciones hedónicas en el lector.
P: ¿Cuál es tu próximo proyecto narrativo? ¿En qué está trabajando ahora Juan Jacinto Muñoz-Rengel?
R: Nunca dejo de escribir relato corto. Es una suerte de vicio, siento como si hubiera puesto en marcha una máquina de fabricarlos y no supiera cómo pararla. Tienen la ventaja de que los puedes terminar en el lapso de unos días y que te dan una satisfacción más inmediata. Pero además intento combinar esto con otros proyectos.
Hace poco terminé una novela juvenil (que también transcurre en Londres, creo que ha sido mi adiós literario de la ciudad) que no sé dónde acabará. Y hace años que tengo entre manos el proyecto de una larga novela que con tono imaginativo transcurre en los Balcanes y el Mediterráneo del siglo XVI.
Canal Sur Radio, 11/03/2006
El autor entrevistado por el escritor Miguel Fernández en Canal Sur Radio
Diario de Málaga, 26/02/2006
MUÑOZ RENGEL REÚNE EN SU NUEVO LIBRO DIEZ RELATOS CORTOS PREMIADOS
El escritor malagueño Juan Jacinto Muñoz-Rengel ha reunido diez de sus relatos cortos que han cosechado premios literarios con anterioridad en un libro que lleva por título 88 Mill Lane y que llega a las librerías con el sello de la editorial Alhulia.
Según explicó el autor, los relatos seleccionados “no sólo tienen en común haber recibido uno u otro premio literario, sino también los une que todos fueron escritos en el número 88 de Mill Lane, durante mis años de estancia en Londres”. Todas las historias que se plantean transcurren en dicha ciudad europea o en sus inmediaciones.
Juan Jacinto Muñoz-Rengel escribió su primera novela a los 19 años, pero pensó que “era pronto para publicar”. Desde entonces, también ha trabajado otros géneros como poemas o guiones, y ha realizado además un centenar relatos, que ha comenzado a sacar a la luz en los últimos años.
Con estos relatos ha recibido diversos importantes galardones, entre ellos el Premio Internacional de Cuentos La Felguera, el premio más antiguo de España en su modalidad; el Miguel de Unamuno, el Julio Cortázar de Cuba, el Fernando Quiñones, el Ateneo de Córdoba, el Multicaja, el Ciudad de Málaga, el reciente Premio de Relatos para Leer en el Autobús, y así hasta superar la treintena de galardones.
Localia TV, 14/02/2006
El autor es entrevistado por Domi del Postigo
Periódico de Extremadura, 07/02/2006
EL GANADOR DEL PREMIO GRAN CAFÉ PUBLICA SUS RELATOS
El ganador del premio de cuentos Gran Café de Cáceres Juan Jacinto Muñoz (Málaga, 1974) ha reunido diez de sus cuentos en 88 Mill Lane (Alhulia).
Muñoz ha cultivado la novela, la poesía y los guiones cinematográficos, pero se ha ido especializando en el género del relato corto, con el que ha ganado más de treinta de los premios, según se señala en la nota de la editorial.
Los relatos de 88 Mill Lane se ajustan a la estructura clásica del cuento, poseen una apariencia realista y creíble, pero casi siempre suceder algún hecho extraordinario. El finalista del Planeta argentino, Pablo De Santis, ha escrito el prólogo del libro.
«Los relatos de este libro», comenta el autor en la citada nota informativa, «han sido escritos en el número 88 de Mill Lane, durante mis años de estancia en Londres». Eso es lo que hace, según el escritor malagueño, que el libro tengan una unidad, ya que todas sus historias transcurren en distritos de Londres o en sus inmediaciones. El libro cuenta con una web propia: www.88milllane.com.
DEIA, 07/02/2006
JUAN JACINTO MUÑOZ, FINALISTA DEL PREMIO ORTZADAR DE DEIA, EDITA UN LIBRO DE CUENTOS
El finalista del premio Ortzadar de DEIA Juan Jacinto Muñoz-Rengel (Málaga, 1974), ganador además de distintos premios de relato corto en el Estado, ha reunido diez de sus mejores cuentos en el libro 88 Mill Lane publicado por la editorial Alhulia.
Muñoz-Rengel lleva quince años escribiendo y ha cultivado la novela, la poesía y los guiones cinematográficos, pero se ha ido especializando en el género del relato corto. En ese campo ha recibido el Premio Internacional de Cuentos La Felguera -el más antiguo del Estado-, el Miguel de Unamuno, el Julio Cortázar de Cuba, el Fernando Quiñones, el Multicaja, el Ciudad de Málaga, o el Gran Café de Cáceres, entre otros.
Estructura clásica
Los cuentos de 88 Mill Lane son fieles a la estructura clásica del cuento literario, poseen una apariencia realista y creíble, pero casi siempre termina por suceder algún hecho extraordinario. «Los relatos de este libro», comenta el autor, «no sólo tienen en común haber recibido uno u otro premio literario, también los une que todos fueron escritos en el número 88 de Mill Lane, durante mis años de estancia en Londres». Eso es lo que hace, según el escritor malagueño, que el libro tengan una unidad, ya que transcurren en distritos de Londres o en sus inmediaciones.
«Al margen de la mercadotecnia, yo confío en la calidad del contenido del libro, en lo que va dentro. Si el libro es malo desaparecerá. Lo fácil hoy en día, entre la vorágine de títulos, es desaparecer», comenta Muñoz. El libro cuenta con una web propia (www.88milllane.com).
EL MUNDO, 20/12/2005
LEER EN EL AUTOBÚS, LA MODA QUE VIENE
DANIEL G. LIFONA
Hasta hace bien poco, la lectura ‘express’ se daba principalmente en el metro de las grandes ciudades, pero con la llegada de los diarios gratuitos a las ciudades sin suburbano también se ha extendido a los autobuses. Algunos ayuntamientos han visto una oportunidad en esta nueva costumbre de sus ciudadanos y han empezado a distribuir libros gratuitos en los autobuses.
La iniciativa llega desde Málaga, Granada y Córdoba, donde las empresas municipales de transporte (EMT) reparten desde hace varios meses relatos inéditos de autores tan reconocidos como Antonio Soler, Enrique Vila-Matas, Espido Freire o José María Merino.
En próximas ediciones, la colección de ‘Relatos para leer en el autobús’ se verá engrosada por escritores de la talla de José Saramago, que como tantos otros se han visto seducidos por la original idea. Y ciudades como Madrid o Londres ya se plantean sumarse a esta iniciativa, que pretende, según sus promotores, el fomento de la lectura entre los pasajeros y, de paso, mejorar las condiciones de uso del transporte público.
El poeta y editor Miguel Ángel Arcas, padre de esta ocurrencia literaria, cree que «leer un cuento en un autobús se convierte en una aventura» para el viajero. «El tiempo que se puede perder en un viaje urbano de autobús es un tiempo psicológicamente muerto. Vas de un sitio a otro, en una ciudad que conoces, las mismas calles, el mismo paisaje de siempre, una rutina. Leer un cuento en el autobús es como romper ese tiempo dormido. ‘Relatos para leer en el autobús’ se pensó como un regalo, como un medio oportuno para fomentar la lectura y también como un apoyo al uso del transporte público urbano», explica Arcas, ganador del Premio Nacional Miguel Hernández de poesía en el año 2000 y creador del sello literario Cuadernos del Vigía.
Los rectores municipales han tomado nota del alarmante descenso de usuarios de autobús y esperan que la lectura de relatos gratuitos aumente la sensación de calidad en el servicio. Adquirir uno de estos cuadernos es tan fácil como solicitarlo al conductor del autobús. La EMT de Málaga, Granada y Córdoba distribuirá en un año 240.000 libros, muchos de los cuales ya recorren las calles de estas ciudades andaluzas.
Concurso de relatos
Pero el proyecto de la EMT no se queda sólo en regalar libros. Se completa con la creación del premio ‘Relatos para leer en el autobús’, que tiene como objetivo contribuir al lanzamiento de nuevos talentos literarios. El concurso, de carácter internacional y con un total de 823 escritos recibidos, se convocó a mediados de septiembre y se falló la semana pasada.
El relato ganador fue el del escritor Juan Jacinto Muñoz-Rengel, una obra que lleva por título ‘El pescador de esponjas’ y de la que el jurado destacó su prosa limpia y precisa y su ambientación verosímil. La obra formará parte de la colección de ‘Relatos para leer en el autobús’ y el próximo 9 de enero se repartirán 40.000 ejemplares en las distintas líneas de autobuses de las tres ciudades andaluzas.
El pasado viernes, 16 de diciembre, se celebró el primero de los actos de entrega del premio en el Ayuntamiento de Málaga. El segundo se celebró el martes 20 en la capital granadina y el tercero y último tendrá lugar en los próximos días en Córdoba, cuyo ayuntamiento es otro de los organizadores del certamen.
Juan Jacinto Muñoz-Rengel (1974, Málaga) lleva años haciéndose con los premios literarios más importantes de España en la modalidad de relato corto. Además de ganar el Ciudad de Málaga, Ciudad de Marbella, Villa de Mijas, Villa de Periana o Benalmádena, ha obtenido el primer premio internacional de cuentos La Felguera, el más antiguo de España en su modalidad y uno de los mejor dotados; el Fernando Quiñones, el Miguel de Unamuno o la Hucha de Oro, y así hasta un total que supera la treintena de galardones.
En los próximos días saldrá a la venta una selección de sus mejores relatos bajo el nombre de 88 Mill Lane, editado por Alhulia. En el libro se recopilan 10 relatos merecedores de los más prestigiosos premios de su género y cuyas historias transcurren siempre en Londres, ciudad donde el escritor residió varios años antes de trasladarse a Madrid.